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En el contexto de una reunión social, organizada por la revista Yo Soy MUJER, se desarrolló esta interesante ponencia del Dr. Carlos Sánchez Menéndez, sobre el origen de las adicciones. Nosotros vamos a dejar de la lado la parte social para centrarnos en la ponencia. Pueden acceder al artículo original pinchando aquí.

 

El origen de las adicciones

La mayoría somos conscientes de los problemas que conlleva la adicción para quien la padece y para su entorno.
Se dice siempre que cuando se le diagnostica cáncer a una persona, el cáncer afecta a la familia entera. Y las adicciones son un cáncer que padecemos como sociedad. Un cáncer silenciado en la mayoría de los casos y que lleva el sufrimiento allá donde llega. Y aunque al hablar de adicciones la mayoría pensamos en el consumo de drogas o alcohol, hay muchas más, muchas de ellas conductuales como el juego, al sexo, al móvil, a los videojuegos, a las compras o al trabajo.
Normalmente algunas de las adicciones, las que están relacionados sobre todo con el juego y las drogas, vienen acompañadas de un terremoto emocional y económico que tambalea al afectado y a su entorno. Pero es que la adicción a las compras, también.

Demonizamos al adicto, le culpamos por su falta de carácter, a sus circunstancias, al entorno en el que se ha movido… ¿Cuál es la realidad? ¿Por qué alguien puede querer meterse libremente en ese infierno? ¿Hay un componente genético? ¿Dónde está el origen? ¿Es vicio o enfermedad?. Sobre todo eso y sobre mucho más hablaríamos en esta cita.

El Ponente: Dr. Carlos Sánchez Menéndez

El Dr. Carlos Sánchez Menéndez a pesar de su juventud, tiene una trayectoria brillante. Es Licenciado en Medicina por la Universidad de Córdoba y realizó la especialidad de psiquiatría en el Departamento de Psiquiatría y Psicología Clínica en la Clínica Universitaria de Navarra. Allí adquirió una importante formación en psiquiatría bio-psico-social, mediante las técnicas y conceptos neurobiológicos más vanguardistas.
Ha dedicado gran parte de su formación profesional al manejo de pacientes agudos hospitalizados, así como ambulatorios, orientando siempre el diagnóstico y tratamiento desde un punto de vista médico. Como áreas de especial interés científico y asistencial, se encuentra la psiquiatría infanto-juvenil, el manejo de pacientes con adicciones y la neuropsiquiatría.
Colabora en publicaciones científicas de primer nivel y participa activamente en diversos ensayos clínicos con otros investigadores. Además de tener su propia consulta, es director médico del centro Triora MonteAlminara.

El origen de las Adicciones

El doctor resultó ser un magnífico comunicador además de un gran profesional. Las adicciones rompen no solo la vida de la persona que la padece, sino la de su entorno. Hay adicciones que arruinan a familias enteras. Por desgracia estamos en una sociedad en la que hay adicciones a demasiadas cosas, ya no solo a sustancias.
Las dudas eran muchas y el doctor Sánchez Menéndez las fue resolviendo durante la entrevista y después durante la cena.

Aunque hay diferentes corrientes que apuntan a diferentes puntos de partida como el origen de las adicciones, el ponente de la noche, es un gran defensor de que el origen de las adicciones están en el cerebro. Luego influyen otros factores para que éstas se desarrollen pero ese es su punto de origen, por lo que no deben ser vistas como un vicio, sino como una enfermedad. “Sabemos muy poco sobre el cerebro humano, aunque llevamos muchos siglos avanzando. Pero el acceso físico y químico que tenemos a él está muy limitado. Por ejemplo, del corazón sabemos mucho más; desde hace dos siglos que se describió no ha habido cambios. Buscar el origen de una enfermedad es frustrante en medicina. Los que nos dedicamos a la parte asistencial y a ver pacientes, nos damos cuenta que necesitamos mucha más información científica para poder avanzar en conocimiento del cerebro. Que el origen no está en un capricho, eso sí lo sabemos, al igual que hay un fundamento neurobiológico de la adicción. Pero no sabemos la causa exacta o concreta. Pero es que hay otras enfermedades de la que tampoco lo conocemos”.

 

El psiquiatra apuntó a que la “Medicina en la actualidad es terapéutica”, va a tratar el síntoma más que la causa. El médico que trata con el paciente no puede estar continuamente buscando el origen, tiene que tratar la sintomatología que presenta. Sobre si hay una carencia emocional en el origen de la aparición de la una adicción nos explicó que: “ Tenemos una sistema de recompensa dopaminérgico. Es el que rige que cualquiera tiene hambre, va a la nevera, come algo y sacia ese hambre. O cuando tiene sed y bebe, sacia esa sed. Eso está mediado por el sistema de recompensa. Se rige por el cerebro. Y te sacias durante un tiempo. Esto rige los principales mecanismos instintivos del ser humano que son comer, beber y reproducirse. Ese sistema de recompensa que está regulado por la dopamina es el que se altera en la mayoría de los pacientes que tienen tendencia biológica a desarrollar una adicción. Porque al cerebro, cuando le introducimos sustancias ajenas, que no son naturales, desequilibramos el sistema y nos cargamos la manera por el que generamos saciedad. Y esa saciedad la vamos disminuyendo progresivamente hasta no tenerla. Eso pasa con las sustancias tóxicas y con otras conductas adictivas como el sexo, las compras, el juego, los videojuegos… Desmontan el sistema de recompensa y la saciedad se pierde. Por eso cada vez los pacientes necesitan más frecuencia y más dosis para poder saciarse. Llega un momento en el que nunca se termina de saciar y ahí empieza el mecanismo químico de la adicción”.
En cierta forma, por genética y biología, venimos predestinados a padecer una adicción. De hecho, aseguró que una media de 80 % de hijos de pacientes de adicciones acaban teniendo mucho más riesgo de desarrollar una adicción a lo largo de su vida y no tiene que ser la misma que su progenitor.

Y aunque el componente genético pesa mucho, también influyen los factores ambientales: “Los factores ambientales son decisivos para presentar o no la enfermedad. Cualquiera podemos venir marcados para sufrir un cáncer y hay unos factores de riesgo para que se desarrolle. Si vienes con la genética para sufrir un cáncer de pulmón y no fumas en tu vida, no estás comprando el principal factor de riesgo que supone desarrollar el cáncer de pulmón, pero eso no significa que no lo vayas a desarrollar. Pero posiblemente será más tarde y tendrá mejor evolución.
Los factores ambientales como el estrés, vivir con padres que consumen, haber vivido un estrés postraumático, cualquier situación ambiental que supone un desequilibrio añadido a lo que traemos de base genética, va a favorecer que se desarrollen unas u otras enfermedades. También hay gente que fuma toda su vida y no desarrolla el cáncer de pulmón”.
El doctor puso ejemplos sobre varias enfermedades, como la diabetes, que se mueven en diferentes teorías sobre el origen de la enfermedad pero que no se conoce con certeza.

Aunque aseguró que no se puede predecir con certeza quién va a desarrollar una adicción si hay indicativos que pueden alertarnos sobre ello: “Hay perfiles clínicos de nuestra personalidad, conducta y forma de abordar diferentes situaciones, sabemos que son más vulnerables de desarrollar una adicción. Porque además el cerebro es susceptible de ser adicto a cualquier cosa. Hay tantas adicciones potenciales como personas hay. Aunque por supuesto hay sustancias con más acceso a ellas y que tienen un perfil más adictivo por determinados procesos químicos. Las personas que son susceptibles a ser adictas no tienen porque serlo a una sola cosa. Podemos estar protegiendo a los menores para que no fumen porros o no consuman alcohol pero les dejamos jugar en casa 4 horas con los videojuegos. Y como padres estamos encantados. Si el cerebro de ese niño es favorable a generar una adicción lo estamos favoreciendo con esa conducta”.

El Dr. Carlos Sánchez advirtió de que no asociemos las adicciones a situaciones marginales, ya que estas pueden aparecer en cualquier hogar independientemente de clases o niveles culturales.
Uno de los momentos más complicados para los seres queridos es el querer ayudar a una persona para que entre en un tratamiento de desintoxicación. Más tarde en la mesa detallaría cómo es el proceso legal dependiendo de la edad del paciente, pero durante la entrevista nos explicó que: “ Hay una respuesta para cada adicto. Hacer que un adicto gane conciencia de la enfermedad es lo que más energía nos requiere a los profesionales y a los familiares. Es una parte muy difícil. La propia definición de adicción dice que hay una ausencia de introspección, de capacidad de criterio de que estás en una adicción. Partiendo de eso ya os podéis imaginar lo difícil que es. Muchas veces hay que hacer ingresos involuntarios”.

Contó que la mayoría de las veces los adictos llegan obligados a la consulta tras pasar por una circunstancia que marca su vida. Eso hace que vayan a la consulta aún sin tener aún conciencia de que tienen una adicción. Que asuman que tienen que tratarse requiere de mucho esfuerzo por parte de los profesionales. Cuando el paciente toma conciencia y quiere curarse voluntariamente mejoran las posibilidades de recuperación. El doctor también lamentó después que en muchos casos no se puede hacer nada y hay que dejar que toquen fondo, con los riesgos que ello conlleva, para que descubran que tienen un problema y que quieran salir de ello.
“Cuando el paciente toma conciencia ya se puede hacer un trabajo de crecimiento personal y de introspección del paciente para que entienda las raíces personales. Además del origen neurobiológico, la adicción también es una huida química. En el proceso de tratamiento, de ingreso, ya sí tenemos que ver qué situaciones han provocado que ese paciente use esa sustancia para huir de esas circunstancias o problemas que han podido acontecer”, nos dijo. Aunque también aseguró que no siempre está porque hay pacientes que sin tener ese problema han empezado a consumir.

 

Entonces nos habló de la Patología Dual, que es la coexistencia médica de una adicción con otro trastorno psiquiátrico. Y que viene a ser un poco como el dilema del huevo y la gallina. “ Aquí llevamos muchos años buscando qué lleva a qué. Hay un perfil de paciente con una vida muy estructurada en todos los sentidos y empieza a consumir. Esa persona encuentra en esa sustancia un cambio en su cerebro que le hace necesitar consumir cada vez más. Y es una persona que sin tener una situación de riesgo conocida desarrolla una adicción y desarrolla otra enfermedad psiquiátrica como consecuencia de ello. Pero es igual de frecuente que pacientes con trastornos mentales graves que encuentran en la sustancia una especie de autotratamiento. Esto dificulta aun más la patología”. Según afirmó, lamentablemente, hay un 30% de presos españoles, que padecen TDH sin diagnosticar. Eso se puede extrapolar a la población en general y lamentó que no se diagnostiquen a tiempo para que puedan recibir el tratamiento adecuado.

 

Las diferencias en el cerebro del hombre y la mujer también contribuye a que haya adicciones que padecen más los hombres y otras las mujeres. “ El hombre busca una respuesta inmediata. La cocaína y la nicotina son las que tienen una respuesta más inmediata. La mujer busca en el consumo o en la conducta adictiva busca un efecto más a medio largo plazo. Hay en este país muchas mujeres con adicción al alcohol que no salen a la calle a decirlo o a pedir ayuda. Y que no lo sabe ni su propio entorno. Es un consumo mantenido durante el día y es casi compatible con una vida aparentemente normal”.

 

En la forma de medir el consumo de alcohol y cuando es preocupante la forma de valorarlo ha cambiado. Antes se hacían valoraciones cuantitativas que medían cuanto alcohol se consumía al día, ahora se valora en cómo, cuándo, con quién bebe, para qué, o el control que tiene sobre el consumo de alcohol. Se diagnostica de manera cualitativa. “Puedes beber solo de jueves a domingo, pero si te pasas el resto de la semana pensando en que llegue el jueves para beber de una forma descontrolada… Ahí hay un consumo estructurado y supone un valor cualitativo del consumo, no cuantitativo”.
Durante la cena había aún muchas dudas por resolver y el Dr. Sánchez Menéndez casi no probó bocado, pero las contestó todas. Una de las cosas que nos aclaró y nos sacó de nuestro error es que lo que llamamos “adicciones emocionales” tienen un funcionamiento distinto.

Sobre la dependencia a las nuevas tecnologías, nos advirtió de que somos los propios padres las que las estamos fomentando cuando a nuestros hijos les damos el móvil o la tablet para que se entretengan.
También aseguró que no vivimos en un momento en el que se abuse de la medicación en casos de ansiedad o depresión, sino que antes no se trataban.

El Dr. Carlos Sánchez no se mostró partidario de tratar las adicciones con terapias alternativas y menos sin una supervisión médica.
Preguntado sobre la adicción al chocolate, aseguró que está relacionado con el azúcar, que es una de los grandes adictivos de nuestro tiempo. Y así, contestando a las diferentes preguntas que se le plantearon, llegamos al final de la cena y del encuentro.