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La psiquiatría y la Neuropsiquiatría en la actualidad.

Psiquiatría:

Acudir a la consulta de un médico psiquiatra está siendo una práctica cada vez más habitual, sin los antiguos prejuicios y estigmas asociados a ello. Esto se ha conseguido dejando atrás las antiguas tendencias históricas que posicionaban a la psiquiatría más cerca de la filosofía y la brujería que de una especialidad y ciencia médica aplicada como las demás. En EEUU hoy la psiquiatría es una de las especialidades médicas con mayor relevancia científica, ampliamente integrada como parte integral de la Neurociencia, fuente diaria de publicaciones y objeto de una gran proyección de futuro.

La alteración de la salud mental, desde los síntomas más leves o transitorios, hasta los más graves y crónicos siempre generan una importante fuente de conflictos con el propio paciente que los padece y su entorno más cercano. La afectación de actividades tan básicas y frecuentes como el propio aseo personal o la capacidad de concentración para leer o escribir, realizar el trabajo cotidiano, organizar la agenda semanal, ir al cine o estar con la familia un día de fiesta se convierten en auténticos retos para el paciente y una dificultad frecuente de comprensión por parte de la familia y compañeros.

Por tanto una evaluación psiquiátrica al iniciarse los primeros síntomas, es la mejor decisión que el paciente puede tomar y su familia debe apoyar. Con la realización de una completa historia clínica, en la mayoría de los casos, tras una primera consulta se puede orientar una primera impresión diagnóstica que permita iniciar un tratamiento individualizado, evaluando la evolución clínica en las siguientes consultas.

Neuropsiquiatría:

La neurología y la psiquiatría comparten el estudio y tratamiento del mismo órgano, el cerebro. Son múltiples las patologías de una u otra especialidad que en algún momento de la evolución natural de la enfermedad requieren un abordaje neuropsiquiátrico. El neuropsiquiatra tiene como objetivo principal integrar la evaluación diagnóstica y el tratamiento de los síntomas y tratar de darles respuesta terapéutica al paciente , sus familiares y cuidadores.

Cambios de personalidad y comportamiento, conductas desorganizadas y reiterativas, alteraciones en el estado de ánimo, quejas múltiples inespecíficas, agresividad física y verbal, pérdida de autonomía… son algunos de los ejemplos más frecuentes que encontramos en nuestros pacientes.

Las demencias, en sus distintas variantes, son algunos de los ejemplos más evidentes de esta situación. Con el curso de la enfermedad los pacientes pueden sufrir un cambio dramático en su forma de ser y de relacionarse. Sienten el mundo como algo desconocido y peligroso, sus cambios de comportamiento acusados, genera una importante fuente de problemas y distorsiones en la dinámica socio-familiar. En estos casos un correcto abordaje clínico y un tratamiento farmacológico individualizado pueden facilitar la evolución global, así como realizar un diagnóstico diferencial de la Pseudodemencia.

Además otras enfermedades como la Enfermedad de Parkinson, Epilepsia, Esclerosis Múltiple, Accidentes Cerebrovasculares, entre otras, suelen cursar frecuentemente con alteraciones de conducta y del estado de ánimo.

DR. Carlos Sánchez Menéndez, Neuropsiquiatra

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